
Cuando
existe el Bullying hay cambios en el comportamiento de las víctimas, quienes no
duermen bien, dejan de comer, bajan de peso, están ansiosos todo el tiempo,
irritables, se aíslan, bajan su rendimiento académico y ya no quieren ir a la
escuela, Lo anterior nos deja ver la cantidad de secuelas negativas que
este fenómeno acarrea para aquellos que son víctimas.
En conclusión, tres de cada diez estudiantes de
educación básica en México viven con un temor diariamente, pero no es a la
muerte, la inseguridad o a algún
secuestro; es el miedo de tener que ingresar por estas puertas de lunes a
viernes.
Este
acoso puede manifestarse a través de violencia física, psicológica o verbal,
social, acoso sexual, etc.
Con
mucha frecuencia el niño o niña que acosa a otro compañero suele estar rodeado
muy rápidamente de una banda o grupo de acosadores que se suman de manera
unánime y
gregaria al comportamiento de hostigamiento contra la
víctima.

Este último punto a resaltar es realmente irónico e ilógico, ya que es precisamente esta carrera donde se debe de dar una real valoración, valga la redundancia, de los valores.
Esto
indica que la actitud que el niño pueda tomar dentro del aula e incluso fuera
de ella se vea reflejada del maestro de aula; dicho comportamiento no tiene que
ser necesariamente malo, el niño puede adoptar una postura responsable según
como le sea tratado.
El
maestro, la institución misma interviene (al igual que la familia) en el
desarrollo de valores de los alumnos.
Cada
maestro, de manera intencional o inconsciente, está comunicando continuamente
su forma de ver y entender el mundo, de valorar y entender las relaciones
humanas, de apreciar el conocimiento y de conducir las situaciones de enseñanza.
Las
relaciones entre los alumnos es de vital importancia, de una buena convivencia
y comunicación dependerán muchas cosas, entre ellas la comodidad, tolerancia y
armonía entre ellos.
Muchas
veces porque los niños no comprenden que existen nuevas formas de ser o de
entornos, y desconocen por tanto a lo que se atienen día a día otros niños con
los que tiene que convivir en el contexto escolar, pueden tener miedo o
curiosidad por conocer parte de lo anteriormente mencionado.
La
curiosidad (al menos en este caso) es tremendamente favorable para la
interacción entre los estudiantes y la compartición de sus culturas, raíces o
simplemente gustos.
El
punto de un buen desempeño en un contexto escolar, va no solo de los
desarrollos cognitivos que le sean inculcados a los alumnos, sino también de un
desarrollo moral en el cual no se desarrollen en absoluta precisión con base en
lo que los maestros o figuras paternas de los niños les inculquen, sino mejor
dicho, como en los procesos constructivistas, darles armas para que ellos
puedan construir su propio código moral y aprendan sobre todo a incluirse en
una mente abierta, capaz de poder comprender por sí mismos lo que es correcto
de lo que no, y que realmente hagan una reflexión al respecto.

La
educación hoy en día, va relacionada con una referencia axiológica. Actualmente
para una formación plena del alumno, debemos de manejarlo no solo con saber
saber, saber hacer, sino también con saber ser.
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